¿Que es el autismo? 

El trastorno del espectro del autismo (TEA) es una condición de origen neurobiológico que afecta la configuración del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral. Acompaña a la persona a lo largo de toda su vida y afecta, fundamentalmente, en dos áreas del funcionamiento personal:

La comunicación e interacción social y la flexibilidad del pensamiento y del comportamiento.

¿Es lo mismo Autismo que transtorno del espectro autista?

Sí. La forma en la cual el autismo manifiesta varía mucho de unas personas a otras, y por eso se habla de un “espectro”. Es decir, que existen diferentes maneras en las cuales los síntomas del TEA aparecen y su gravedad varía de unos casos a otros. Ambos términos se suelen utilizar de manera indistinta.

¿Que es el Síndrome de Asperger?

El síndrome de Asperger es la categoría diagnóstica utilizada tradicionalmente para definir el trastorno del espectro del autismo cuando no se acompaña de discapacidad intelectual ni de dificultades significativas de lenguaje en sus aspectos formales

¿Qué hago después del diagnóstico? 

Después de recibir un diagnóstico de TEA, es habitual que surjan muchas dudas, inquietudes y preocupaciones en la familia. No obstante, disponer de un diagnóstico confirmado es el primer paso para poder comenzar a recibir los apoyos necesarios que mejorarán la calidad de vida de nuestro hijo o hija y de toda la familia.

En todas las Comunidades Autónomas de España existen opciones para acceder a sistemas de apoyo especializados en los diversos ámbitos que afectan a la persona con TEA y su familia:

Para conocer los servicios de apoyo especializados que se ofrecen en cada comunidad y cómo son los procesos para poder acceder a ellos, es recomendable ponerse en contacto con las entidades especializadas en autismo que existen en las diferentes comunidades autónomas. Así, además, las familias podrán relacionarse con otras en su misma situación, para intercambiar experiencias y conocimiento sobre recursos en la comunidad.

Algunas cuestiones más que te estarán surgiendo.

Riesgo de tener otro hijo con TEA: 

El riesgo de tener otro hijo con TEA depende de la identificación de una causa genética específica, la cual solo se encuentra en el 15% de los casos. Sin causa genética conocida, el riesgo es del 20% para el segundo hijo y del 30% para el tercero. Es vital vigilar el desarrollo de los hermanos para una detección e intervención tempranas.

TEA solo en la infancia: 

El TEA acompaña a la persona durante toda su vida. Afecta a personas en todas las etapas vitales, desde la infancia hasta la vejez, y todas necesitan ejercer sus derechos.

TEA en hombres y mujeres: 

El TEA se presenta tanto en hombres como en mujeres. Aunque tradicionalmente se ha diagnosticado más en hombres, los diagnósticos en mujeres han aumentado, cuestionando la proporción anterior de tres hombres por cada mujer.

Relaciones sociales en personas con TEA: 

Las personas con TEA quieren relacionarse, pero pueden tener dificultades debido a diferencias en sus habilidades de interacción social. Con los apoyos adecuados, pueden participar activamente en la sociedad.

Comunicación en personas con TEA: 

Las personas con TEA se comunican, aunque no todas usan el lenguaje oral. Pueden necesitar sistemas alternativos y aumentativos de comunicación. Las habilidades de comunicación varían ampliamente entre individuos con TEA.

Habilidades especiales en personas con TEA: 

La mayoría no tiene habilidades fuera de lo común. No se puede generalizar que todas las personas con TEA tengan talentos excepcionales.

Relación entre autismo y vacunas: 

No hay evidencia científica que relacione las vacunas con el desarrollo del TEA. Estudios previos que sugerían esta conexión carecían de rigor científico.

Tratamientos efectivos para el TEA: 

Los tratamientos recomendados son psicoeducativos y adaptados a las necesidades individuales. Incluyen el Análisis Conductual Aplicado (ABA) y la metodología TEACCH. La intervención temprana es crucial para mejores resultados a largo plazo.

Terapias con animales: 

No hay evidencia científica sólida que respalde su uso generalizado en personas con TEA. Aunque pueden ser experiencias agradables para algunos, no se recomiendan como tratamiento estándar.

Dietas milagrosas y autismo:

 No hay evidencia científica que respalde que ciertas dietas o suplementos nutricionales puedan curar el autismo. Ajustes dietéticos pueden ser beneficiosos solo en casos de alergias o intolerancias específicas.